Creando una cultura del cuidado de la salud mental en el aula

A medida que regresamos a la enseñanza presencial y exploramos nuevas formas de involucrar y apoyar a nuestros alumnos, uno de los factores más importantes a considerar es el impacto de la Covid-19 en la salud mental de los estudiantes.

Con esto en mente, te invito a mirar más allá de las expectativas de un estudiante que se porta bien. Piensa en qué comportamientos y cambios en el aprendizaje podrían hacer sospechar sobre un problema en la salud general de un estudiante.

Para concluir el semestre de forma exitosa, es fundamental entender las motivaciones detrás del comportamiento de los estudiantes, manejar sus perspectivas y respuestas, reconocer los síntomas y saber cuándo intervenir. En este artículo describo algunas formas de crear una cultura del cuidado de la salud en el salón de clases, donde tanto docentes como alumnos se sientan apoyados.

Campus en crisis

Tres cuartas partes de los casos de enfermedades mentales crónicas comienzan a los 24 años, según la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés). Una encuesta de 2019, realizada por el Consejo Estadounidense de Educación (ACE), encontró que en el 82% de los programas académicos, los directores estuvieron de acuerdo o muy de acuerdo en que la salud mental de los estudiantes era el problema más urgente en el campus. En otras palabras, la típica edad universitaria suele ser un momento crítico en el que se pueden desarrollar problemas de salud mental.

Antes de la pandemia por Covid-19, las enfermedades mentales en los campus universitarios estaban al alza. Pero desde su inicio, ha empeorado drásticamente la salud mental estudiantil: de 2013 a 2021, las universidades registraron un aumento del 135% en los casos de depresión y del 110% en los de ansiedad.

No hace falta decir que, como educadores, estamos llamados a pensar fuera de la caja y asegurarnos de que nuestros estudiantes se desarrollen en un entorno propicio para su salud mental.

Cómo abordar las señales de advertencia

Identificar las señales de advertencia es vital para poder ofrecer apoyo. Como instructor, es posible que solo observes indicios de enfermedades mentales de forma esporádica o temporal (durante algunas semanas, por ejemplo). Si bien estos signos no determinan necesariamente un diagnóstico de enfermedad mental, te indican que prestes más atención al estudiante por si se necesita tomar medidas.

Entre las señales de advertencia más comunes se encuentran:

  • Incapacidad para concentrarse
  • Evitar la conversación o el contacto visual
  • Abandono de amigos o actividades habituales
  • Calificaciones decrecientes
  • Tristeza o irritabilidad persistente en el tiempo
  • Desafío a la autoridad
  • Ausencias recurrentes
  • Hablar de sentimientos de desesperanza
  • Cambios de personalidad marcados

 

Si notas estos comportamientos, habla individualmente el alumno o alumna. Es más probable que te cuente información más confidencial en privado que en grupo. También es fundamental reconocer sus luchas como persona, no solo como estudiante.

El salón de clases como entorno seguro

El salón de clases no son sólo paredes y ventanas, es un lugar para que los estudiantes aprendan y crezcan. Tener un ambiente seguro y de apoyo es importante para todos.

Es probable que la mayoría de los estudiantes experimenten algún grado de angustia mental en el aula. Como docente, desempeñas un papel primordial en el acceso de los estudiantes a los servicios de apoyo en campus, así como en su éxito académico general. Establece tu salón de clases como un entorno de apoyo proporcionando un foro donde los estudiantes puedan ser escuchados, entendiendo que cada estudiante vive experiencias distintas y reacciona al estrés y la ansiedad de manera diferente.

También es importante ser consciente de tu propia salud mental para administrar adecuadamente tus responsabilidades de enseñanza y establecer un espacio propio cuando sea necesario.

Comparte la importancia de la salud mental

Como educadores, no solamente somos responsables de lo académico. También ayudamos a los estudiantes a aprender autocuidado y responsabilidad personal. Parte de esta educación es enseñar cuándo y cómo buscar ayuda a problemas mentales o emocionales. Pero, ¿cómo se enseña la importancia de la salud mental?

Una forma es compartir sus propias experiencias cuando sean relevantes. Por ejemplo, podrías explicar a tus alumnos si has tenido problemas para hablar en público como estudiante universitario. ¡Tal vez tenías miedo de que alguien viera lo nerviosa o nervisio que estabas o que nadie tomaría en serio nada de lo que dijeras! Así les das a entender que su participación es importante y que todos nos beneficiamos de escuchar lo que todos tienen que decir.

Al compartir tus propias experiencias, les muestras que la vulnerabilidad está bien (y es incluso necesaria), sino que tienen algo valioso que aportar.

Conclusiones principales

e dejo algunas recomendaciones sobre cómo administrar tu salón de clases, siendo la salud mental una prioridad:

  • Conoce dónde y cuándo derivar a tus alumnos para obtener ayuda profesional
  • Mantente en contacto con los tutores para transmitirles tus inquietudes de manera oportuna
  • Comienza cada semestre rompiendo el hielo para demuestrarles apoyo y reciprocidad
  • Siempre consúltales como se encuentran al comienzo de cada clase
  • Mantén una cultura del cuidado durante todo el semestre
  • Enfócate en las fortalezas de los estudiantes en lugar de en sus debilidades
  • Muéstrate disponible al empezar y terminar la clase

 

Para obtener más información sobre cómo priorizar la salud mental en su salón de clases, consulta el libro electrónico Navegando los problemas de salud mental en el campus.

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